La conocí en una librería, ella trabajaba allí. No puedo decir mucho más de aquel primer encuentro. Compré algo de papel y me fui. La segunda vez que nos vimos, me confesó que había robado unos lápices caros y que le gustaba dibujar ojos.
La conocí en una librería, ella trabajaba allí. No puedo decir mucho más de aquel primer encuentro. Compré algo de papel y me fui. La segunda vez que nos vimos, me confesó que había robado unos lápices caros y que le gustaba dibujar ojos.